viernes, 28 de enero de 2011

Firana

Firana abrió los ojos. No se podía creer todavía que llegasen a Darnassus al fin. Ella era la última superviviente de los Redtale, aquella familia adinerada que soñaba con derrocar al rey Genn Cringris. Pero a ella no le interesaba lo más mínimo seguir con los planes de sus padres, siempre había estado sujeta a sus normas, hipocresías y cotilleos de alta cuna. Miró afuera y contempló el verdoso paisaje de la ciudad elfa. La vegetación era realmente frondosa y los animalillos se paseaban por la ciudad, junto a los habitantes Kaldorei y esos ents jóvenes que algún día serían poderosos guardianes y custodios de la ciudad. 

Bajó de la exótica habitación tallada en madera y se dirigió hacia el árbol donde estaban los supervivientes de su pueblo, Gilneas. Allí estaban todos, mezclados, hablando con los elfos, los cuales no dejaban de sorprenderla, con esas pieles violetáceas, grises incluso alguna rosada... Eran altos, orejas extravagantemente largas y puntiagudas, finas y largas cejas... Y esas barbas y largos cabellos tan lacios y de colores albinos, verdosos, azulados... Morados...

Algunas jovencitas gilneanas formaban grupitos en los que cuchicheaban curiosas sobre los elfos de la noche, los cuales no les prestaban demasiada atención.

Aburrida del panorama, Firana resopló y salió del árbol, buscó un lugar tranquilo y acabó sentándose en un estanque en la parte trasera de éste. Se quedó mirando el agua un rato, hipnotizada, hasta que se dio cuenta de una cosa: su querido compañero estaba ausente desde que se levantó. Miró hacia el agua y susurró suavemente el nombre que contanto cariño le había puesto años atrás: "Acuel". Era un joven elemental de agua que la había seguido desde su nacimiento, o al menos desde que ella tenía uso de razón.

martes, 25 de enero de 2011

Año nuevo, estupideces nuevas.

Hacía mucho que no escribía en el blog (y por ello pido mil perdones), con el ordenador roto y teniendo un portátil viejo realmente no tenía muchas ganas tampoco.

Hoy he abierto el periódico "20 Minutos" y he leído la noticia más patética que nos podía pasar. "Ley Sinde, aprobada". ¿Pero qué...?

Vamos a ver, señores (si es que se les puede llamar señores) o cosas que estais ahí arriba que os haceis llamar políticos, ¿ya no tenéis ideas para sangrar al pueblo? Porque si es así, como sugerencia, podríais iros a tomar viento fresco en alguna colina lejos de España (como sugerencia). Primero, la edad de jubilación a los 67 (me gustaría saber cómo llegará un pobre obrero de la construcción a esas edades, sinceramente), luego la ley antitabaco total, arruinando una serie de establecimientos que se dejaron las pelas en vuestra reforma anterior para acondicionar los locales ¿y ahora el cierre de webs que la SGAE considere oportuno? Todo esto está bien, ¿verdad? Lo que sea por sacarnos el sueldito vitalicio por rascarnos el ombligo durante ocho años de gobierno. Y no me confundais, tampoco creo que el otro partido sea bueno, no sé cuál es peor. Cuando leais esto pensareis: "Oh, otra que se queja bla bla bla." Pues sí, me quejo y creo que con razón, porque bastante ya que tengo que pagarles a esos despojos humanos con el Canon Digital de los cds, discos duros y demás, que lo pagas encima "por si pirateas" como para que encima tengan el control sobre las descargas que hacemos los usuarios. Yo no tengo por qué pagar un impuesto por hacer un trabajo que es MIO, lo he inventado YO, es más, ellos deberían ser los que pagasen a toda esa gente que intenta venderse y les sangran hasta la última gota de su existencia. No voy a enrollarme más, pero ahí dejo mi opinión:

SGAE, eres INNECESARIA. LEY SINDE, eres INNECESARIA.


España, país de panderetas y de listos.

Un saludo.